miércoles, 21 de agosto de 2013

Porque llevo la cabeza pegada al cuello...

Desde siempre soy muy, pero muy despistada. No sería la primera vez que me paso 10 minutos buscando un boli, el mando de la tele o lo que sea, o bien lo tengo en la mano o justo enfrente y no me acuerdo de haberlo movido.

Viajo algo por trabajo, alguna vez muy rara he ido con alguien, la última vez que fui con alguien teníamos que entregar documentación para un proyecto. Estábamos en el mostrador de facturación y de pronto pregunto: -¿y las carpetas que iban sueltas?-, con ataque al corazón incluido, ya me las imaginaba encima de mi mesa, y encima teníamos que ir a la T4 Satélite, la terminal más horrible de todo Barajas. Al chico que iba conmigo al principio se le salieron los ojos de las orbitas, luego se empezó a descojonar: - Reina, tranquilízate, que las has METIDO TÚ en esa maleta que vamos a llevar en cabina -.

De primeras me pongo nerviosa y empiezo a trazar planes diversos, otro ejemplo:

El sábado pasado me mandaron de “fin de semana” a Bruselas, a entregar papelotes en La Haya, pero ya que me fastidiaban el fin de semana, el sábado/domingo por la mañana lo pasaba en Bruselas, por hacer algo de turismo, hasta  que empiezo a recoger para dejar el hotel y cogerme el tren, a punto de cerrar la maleta me fijo que solo llevo una carpeta cuando debería de haber dos. Se me paro el corazón y empecé a hacer mentalmente la lista de cosas que debía hacer para arreglar el olvido:  
  • Llamar a Reina Madre a ver si me la deje en casa, porque esta vez sí que estaba segura de que no estaba en el trabajo (tuve que jugar al tetris con las carpetas y mi ropa en casa, en aquel momento ni me acordaba).
  • Preguntar vía FB/Whatssapp quien querría un viaje gratis a La Haya (por el despiste lo iba a pagar yo), eso o llorar a moco tendido a Cuñi y Marido para que se vineran a pasar unos días a Belgica.
  • Si era Cuñi, sobornar a Reina Madre para que se quedara con La Malona (mi sobrina).
Menos mal que hay un Dios para los despistados, que sino… al girarme mientras hiperventilaba, encima de la cama estaba la maldita carpeta, ¡DIOOOOS PIO! Deje de hiperventilar, revise la habitación 4 veces antes de irme y cuando cerré la puerta de la habitación volví a abrir la maleta solo para comprobar que estaban allí.

Peor fue cuando tuve que irme a Toronto, se me cayo la cartera en el coche (por ir a comprar a la farmacia a las 5 de la mañana), no me di cuenta, me pase todo el viaje sin dinero, menos mal que iba con mi jefe y me dejo dinero, sino no sé que hubiera sido de mi.

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